1. Personal. El hecho de enfrentarse a nuevos retos, implica necesariamente una sinergia de esfuerzos centrados en lograr de manera efectiva la meta trazada. Una vez obtenidos los resultados se enriquecen las experiencias de aprendizaje.
2. Profesional. La adquisición de nuevas habilidades y destrezas representan, un camino para mejorar efectivamente el desempeño laboral en las distintas áreas del conocimiento; fortaleciendo el espíritu creativo e innovador en pro de la obtención de resultados efectivos.
La principal característica es la horizontalidad, es decir que el facilitador y el participante tienen las mismas condiciones, los dos tienen conocimientos; capacidad de ser críticos y de análisis de los contenidos otorgados y comprenderlos; pueden participar sin complicaciones; tienen conciencia de sus deberes, derechos y responsabilidades; pueden llegar a realizar un debate con la utilización de un criterio formado ya que cada uno de los participantes tiene la madurez necesaria.
Para que se dé la Andragogía en la persona adulta, hay que tomar en cuenta si ésta es analfabeta o no, por cuanto en Andragogía al hablar de adulto se lo entiende como un universitario, un profesional, alguien con cierto grado de instrucción.
El adulto sujeto de la Andragogía puede ser:
1. Una persona que vive y actúa en la sociedad sin la tutela de otros, es decir, vive bajo su propia responsabilidad.
2. Un ser racional que además ha alcanzado su madurez, al cual se puede educar mientras tenga un mínimo de facultades cerebrales superiores.
Se considera a la Andragogía como la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto, a diferencia de la Pedagogía que se aplica a la educación del niño. El Andragogo es el guía, el facilitador que planifica, administra y dirige. Como estrategias metodológicas utiliza la enseñanza, el aprendizaje y el auto aprendizaje. Al ser, tanto el facilitador y como el participante, personas adultas comparten experiencias.
Recuperado de: Andragogía
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